Fin de la amistad.

Adiós, amistad. Adiós, amiga. O "amiga", mejor dicho. Ahora tienes a otra, y además me llamas falsa. Yo no he hecho nada ni tenía razones para hacerlo. Fui la que miró por ti cuando nadie lo hacía. La que te defendía cuando te llamaban falsa. ¿Y ahora me lo dices tú a mí sin razón? Pues vale, haz lo que te salga d... lo que te plazca. Me das igual. Tú, y tu vida. Y cuando pierdas a tu nueva "incondicional" amiga, no vuelvas. Creo que ya te he dejado bastante claro que no quiero saber nada de ti. NADA. Peor para ti. Porque yo intentaba ser buena contigo, pero si me vas a llamar falsa por haber prevenido una cosa que sabía que iba a pasar y que iba a ser mala, lo dicho, peor para ti. Ya no me tienes. Ya no tendrás ninguna mesa a la que ir cuando no haya nadie en clase, porque nadie habrá. Solo tendrás a tu "incondicional" nueva amiga y, en clase, a la pareja de novios a los que les das igual, con los que estás mientras se besan, de sujeta-velas, pero como ya he dicho antes, esta vez no habrá nadie que diga nada, porque creo recordar que mientras dos personas se besan, no pueden hablar. Creo recordar...

A una persona la dejaste tirada por mí, a mí, por otra, a esa otra por otra, ¿y ahora esto? Tú dices que te sientes mal, pero imagina como nos sentimos los demás. Nos sentimos un tanto "tirados" junto a tus insultos a las espaldas.

Adiós, "amiga".